Todos los años, a lo largo del mes de enero, el mar Mediterráneo se apacigua o encalma. Son las habituales «calmas de enero», que así les dicen los pescadores, una calma chicha que deja el mar hecho un plato, como si el viento estuviera de vacaciones o se hubiera vuelto indolente. En meteorología, la calma es el estado de la atmósfera cuando no hay viento o su velocidad es inferior a un kilómetro por hora
En El Albir el espectáculo es sorprendente, el Mar se une al cielo en una comunión de serenidad, sosiego y tersura que el mare nostrum luce estos días e incita a volver a las playas más entrañables y contemplar sus ortos y arreboles que ahora se ofrecen vírgenes y solitarias, en estado puro.
Bienvenidos a las calmas de enero, en El Albir..
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